Rocío y Cristina ya cuentan con su cocina color porcelana en su vivienda de Alcalá de Guadaíra. El
resultado que se aprecia en las imágenes incluye un complejo trabajo de montaje que incluye la
instalación de la cocina y la inclusión de golas y zócalos personalizados en el mismo color, acompañado
todo de un decorativo en color madera que combina a la perfección con el suelo elegido. La ausencia de
tiradores también amplia la sensación de espacio.


La estancia se complementa con la encimera de porcelánico veteado en un color muy cálido que ayuda
a resaltar la elegancia del mobiliario. La campana es de Faber y el fregadero de marca Blanco.


¿Cómo está distribuido el espacio?


Esta cocina color porcelana destaca por su funcionalidad y el buen aprovechamiento del espacio. Es
una estancia abierta al resto de la vivienda pero con el área de trabajo bien agrupada. La encimera se
une a uno de los frentes, donde está la zona de aguas, a modo de península, lo que deja bien claro cuál
es la zona de trabajo.


Frigorífico, horno y microondas aparecen integrados en un mueble columna que alcanza prácticamente
hasta el techo, y junto a estos se extiende una superficie de trabajo en la encimera que sirve también
como espacio para colocar aparejos de cocina y pequeños electrodomésticos.


Un aspecto diferencial en esta cocina color porcelana es que la ventana no está tras la zona de aguas,
como suele ser habitual. Las dimensiones de la estancia parecen reducidas, pero son suficientes para
un trabajo cómodo, con todo a mano.


Además, la propia encimera sirve como lugar para cenas y desayunos, a modo de comedor, con dos
taburetes altos con respaldo. El conjunto es una cocina muy cuidada, con tonos atemporales y
extremadamente práctica por el sabio aprovechamiento del espacio.