Los salones de planta abierta son tendencia, pero el reto es zonificar espacios sin restar amplitud. Con una estrategia clara podrás zonificar espacios para comer, descansar y trabajar manteniendo una estética coherente. Además, zonificar mejora el confort acústico, la iluminación y la circulación. Si aprendes a zonificar espacios con elementos sutiles, tu casa se sentirá ordenada y flexible. En definitiva, la clave para vivir mejor en ambientes abiertos.
Alfombras y muebles como “límites”.
Delimita comedor y estar con alfombras a medida y el respaldo del sofá. Una consola baja o estantería abierta separa sin bloquear vistas.
Iluminación por escenas.
Crea islas de luz: colgante sobre la mesa, lámparas de pie en el estar y apliques regulables en la zona de lectura. Los reguladores unifican la atmósfera.
Cambios sutiles de materiales.
Madera en el estar y porcelánico en comedor o cocina ayudan a leer cada área. También funcionan zócalos, listones o paneles de pared texturizados.
Color y texturas coordinados.
Mantén una paleta base y varía intensidades: neutros para el fondo, acentos en cojines o arte. Así separas sin “cortar” el espacio.
Soluciones semitransparentes.
Biombos ligeros, celosías o vidrios estriados aportan privacidad sin perder luz. Las cortinas tipo “panel japonés” permiten abrir/cerrar según el uso.
Circulación clara.
Deja pasillos de 90–120 cm y evita que las sillas invadan el paso. Ancla cada zona a un punto focal (televisión, ventana, chimenea o mesa).
Acústica y confort.
Cortinas, alfombras y tapicerías reducen reverberación. Añade plantas altas para suavizar transiciones y mejorar el aire.
Instalaciones previsivas.
Planifica enchufes, tomas de red y luz donde ocurren las actividades. Un buen plano técnico hace fácil zonificar espacios hoy y adaptarlos mañana.
Aplicando estas ideas lograrás zonificar espacios con estilo, continuidad visual y un plus de funcionalidad diaria.