Cómo hacer migas andaluzas
Las migas son un plato exquisito que conlleva un proceso de elaboración tan exhaustivo que obtener un buen resultado está al alcance de pocos. Cocinado en otros rincones de España, como Extremadura, en Andalucía se elaboran de una forma concreta que hace que existan también las llamadas migas andaluzas.
Elaboración de las migas andaluzas
Para hacer migas andaluzas se necesita pan del día anterior, chorizo o panceta ibéricos de la tierra, ajo, aceite de oliva, agua y sal. Su cocinado conlleva un proceso previo que pasa por separar la miga de la corteza y trocear, para añadirle luego sal y agua y dejar repasar durante, al menos, una noche completa.
Al día siguiente, es necesario majar los dientes de ajo y dorarlos en un sartén con su generoso chorro de aceite de oliva. Después, se procede también a freír en la misma sartén la panceta, el chorizo o el producto ibérico que hayamos elegido, que conviene trocear antes.
En la misma sartén, cuyo tamaño dependerá de los kilos de pan que cocinemos, se vierten luego las migas, que han de ser constantemente removidas a fuego medio. Una vez el pan se vaya dorando, se vierten el resto de ingredientes, que han de mezclarse bien.
Parece fácil, pero el truco está es que no queden demasiado hechas como para resultar secas, ni poco hechas. En su punto, ni más ni menos.
Un plato para degustar entre amigos y familiares
En la cocina andaluza hay multitud de platos con ingredientes económicos. En este caso, se trata de aprovechar el pan del día anterior, lo que es un claro ejemplo de sostenibilidad culinaria. Todo son ventajas porque, además, ¡las migas andaluzas están riquísimas!
Se trata de un plato más consumido en invierno que en verano, cuando adquieren protagonismo recetas más ligeras y frescas. Al calor de la chimenea o del brasero, degustar unas buenas migas andaluzas, bien cocinadas por el chef de cabecera de la casa o del grupo de amigos, es uno de los placeres del invierno.
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